Buenos Aires, 6 sep (PL) Muchos argentinos sabían lo que se avecinaban por el impacto del alza del dólar y la devaluación del peso y hoy ya lo sienten duro en los supermercados donde las listas de los productos sumaron entre un 10 y 30 por ciento su valor.
Con un bolsillo que ya duele, los argentinos hacen malabares y pasan buen rato dentro del mercado local para poder llenar la canasta básica tras dos semanas donde la moneda estadounidense de casi 30 subió a 40 pesos y por consiguiente los precios se dispararon por todos lados.
Empresas como Arcor, Molinos Río de la Plata, Unilever, Bimbo, Nestlé, entre otros, con artículos comestibles, de limpieza y de aseo, subieron sus productos a más del 15 por ciento.
Aquí ya no hay quien viva, esta duro, este país se ha dolarizado, se quejaba con esta redactora la víspera un chofer de taxi quien en una semana tuvo que pagar mil pesos más (ahora unos 30 dólares) por una bujía para su auto tras la estrepitosa caída de la moneda nacional.
Hay un descontrol de precios que se siente en los supermercados y comercios locales. La carne, uno de los productos más demandados, que ya venía en constante alza, se elevó otro 10 por ciento más y muchos optan ahora por comprar pollo, el alimento más barato.
Mientras desde el Gobierno se asegura que mantendrán el programa de precios cuidados para que el impacto en la canasta básica no sea tan fuerte, la realidad es que hoy todo ha subido en menos de una semana, los alimentos están por las nubes y muchos muestran su pesimismo por la crisis económica reinante.